La Señal de la Cruz

«El cristiano comienza su jornada, sus oraciones y sus acciones con la señal de la cruz, ‘en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén’. El bautizado consagra la jornada a la gloria de Dios e invoca la gracia del Señor que le permite actuar en el Espíritu como hijo del Padre. La señal de la cruz nos fortalece en las tentaciones y en las dificultades.»

LA SENAL DE LA CRUZ

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.

Amen.

Oraciones de la Familia

En las Actas del concilio Vaticano II se ha escrito: «La familia ha recibido de Dios la misión de ser la célula primera y vital de la sociedad. Cumplirá esta misión si, por la mutua piedad de sus miembros y la oración en común dirigida a Dios, se ofrece como santuario doméstico de la Iglesia; si la familia entera se incorpora al culto litúrgico de la Iglesia…»(Apostolicam actuositatem 11).

Para cumplir esto, he reunido las oraciones mas simples y comunes que deben envolver, como una atmosfera, toda la vida de la familia y todo lo que constituye sus problemas cotidianos internos: el amor, el pan, el trabajo, la salud, la alegría, la amistad, el dolor; y, también, todas aquellas perspectivas que la deben abrir a las grandes realidades en el seno de las cuales se mueve: la sociedad, la patria, etc.

– La oración puede ser un momento privilegiado de reconciliación: ¿como no recordar el mandato de Jesús «Rogad por vuestros enemigos»? ¿Y no es en su escuela de oración donde aprendemos «perdonanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores»? La renovación propuesta por el Año Santo puede ser llevada también a la oración, que quiere decir relación con Dios, ya sea de toda la familia considerada en conjunto, ya sea solo de alguno de sus miembros.

¿Como hacer esta oración? -. Del modo mas simple. – Cuando todos los miembros de la familia pueden encontrarse unidos se hace la oración en común: será antes de las comidas, al atardecer o en alguna circunstancia particularmente solemne de la vida familiar. – Uno de los miembros de la familia comienza la oración: los otros se unen con su voz en una recitación moderada y meditada, que ayuda a tomar conciencia de la presencia de un Dios que escucha a sus hijos, que les responde, que tiene cuidado de ellos porque les ama siempre y les amará para siempre.

Los textos no han sido recogidos para tomar palabras prestadas de otros en un momento tan personal como el de la oración. Sino solo para recordar que algunos momentos de la oración tienen un fondo común en la existencia de todos. – Y porque muchas veces no sabemos que pedir en la oración, estos textos pueden ayudarnos. Si la vida es oración, en algunas de estas oraciones se puede encontrar fotografiada la propia situación. – En estas oraciones hay una luz y una ayuda que se recibe.

Que con este humilde blog, entre en todas las familias, la bendición de Dios.